viernes, 16 de septiembre de 2016

Campanas

Tal vez otro día te cuente,
que las cosas de verdad se sienten
en lo más profundo
y ni si quiera eso será cierto.

Tal vez otro día te cuente,
que el viaje es bello
por el simple hecho de ser viaje
y de mientras yo
encuentro todo ya tan parecido.

Tal vez otro día te cuente,
cuando sea un poco tarde,
que la ternura
es lo único que nos hace posibles.

Y en un tiempo lejano,
cuando nos llame el olvido,
las campanas del país sonarán,
para recordarnos
 que un dia hablamos de todo,
y nada.

Impresión

Piaban de tal manera, que imagine un olocausto de pájaros preguntándosse ¿Por qué?
y desfalleciendo sin sentido como niños inocentes.

Aislada

No hay escapatoria.
Los cuerpos a los que agarrarse
están todos muertos.
Cada vez,
más muertos.

Observo
con miedo
esta celebración de la tragedia,
los fuegos nocturnos,
noctámbulos,
estallando,
extinguidos,
y lloro.

martes, 20 de diciembre de 2011

Con un buen sabor de vida


Tenía las mejillas sonrojadas, cálidas
Los ojos verdes, el pelo ondulado, castaño.
En las noches frías, sus besos sabían a té de cereza.
Y el verano le daba un sensual toque arisco.

No, no es verdad.

Tenía la tez pálida, de un blanco frío.
La nariz, con un toque de carmín parecido al de sus labios.
Los ojos azules, a veces grises.
El pelo negro, largo, liso.

Le gustaba dormir abrazado a mi, por si un día
me pasase por la cabeza escapar de entre sus manos
a preparar el desayuno.
No me lo permitía.

Pero no, tampoco es verdad.

Tenía la piel amarillenta, lánguidos ojos marrones.
El pelo castaño claro, largo
o no, corto,
rubio,
negro,
con muchas canas.

En las noches frías, calientes, tibias,
prefería,

acariciar mi pelo tiernamente, mientras
veíamos una película, no,
alguna serie;
naruto, ranma, caballeros del zodiaco, house,
avatar, south park, mad men, nip tuck...

Ah, no,
prefería,

besar mi cuello tembloroso, mientras
escuchábamos algún disco;
ramstain, mike oldfield, nightwish,
mamiffer, death in june,
sigur ros, janis joplin, thelonious monk,
charles mingus, the sex pistols...

Ah! no,
prefería

insinuarse rozando sus pies con los míos, mientras
jugábamos a dobles a los vídeo- juegos;
jack and dekster, gran turismo, mario bros,
moto gp, final fantasy, kingdom hearts,
god of war...

Ah!, no,
prefería
...;

oler libros, leer cómics,
medir la acústica de nuestros besos con infrarrojos,
darme una nalgada.

Tocar la guitarra, a no,
la armónica,
no perdón,
la trompeta, no,
el piano.

Pero lo importante era
pasear por los jardines conocidos, conversar
sobre historias de nuestra infancia, la familia.
Sobre viajes. Con los ojos iluminados al verse
reflejados el uno en el otro, con
la confianza, el deseo
de lo eterno.

"Quiero casarme contigo."
"Tener hijos contigo."
"Estar siempre contigo."
"Contigo."
"Contigo."
"Contigo."

"Contigo."

"Nunca olvidaré tus besos."
"¿Cómo puedo vivir sin ellos?"
"No olvidaré tu olor."
"¿A caso puede otra cosa mantenerme vivo?"
"El tacto de tus caricias,
las únicas, las más sagradas."
"Eres la persona que más bondad me ha hecho sentir
estando a su lado."

A su lado.
De espíritu trabajador, risueño. Consentidor. Bueno.

Hubiera dado por mí el fin de su vida,
del mes,
de semana,
de una noche,
el fin.

Pero no, nunca es más verdad.

Por ello,
porque te amo,
prometo olvidar tus ojos,
nuestros sueños,
el olor de tu perfume
los días húmedos en los que no salimos de la cama.
Prometo olvidar tu plato favorito, el
modo en que me besas, dibujas en mi cuerpo
tonterías exquisitas.
Prometo olvidarlo todo,
hasta tu nobre, si pasa el tiempo y las olas
se lo llevan con naturalidad.
Olvidarlo todo,
olvidarlo bien,
con un buen sabor de vida.

lunes, 25 de abril de 2011

Discusión conyugal



Hoy Olvido y yo hemos peleado, y como todas las parejas nos hemos empezado a echar cosas en cara. Yo le he reprochado el alzheimer selectivo que padece últimamente en nuestras discusiones, y advertido que puede convertirse en involuntario. Él me ha replicado,

- Es gracias a ese "mal" que hemos sido felices hasta ahora. ¿No lo crees así? A veces es necesario.

He respondido sí, no del todo convencida.
Me ha dado un beso en la frente. En el fondo le amo, sinembargo... nada *es eternamente.

martes, 12 de octubre de 2010

Los cómplices



Te decía en la carta
que juntar cuatro versos
no era tener el pasaporte a la felicidad
timbrado en el bolsillo,
y otras cosas más o menos serias
como dándote a entender
que desde antiguamente soy tu cómplice
cuando bajas a los arsenales de la noche
y pones toda tu alma
y la respiración
perfectamente controlada,
por mantener en pie tus rebeliones
tus milicias secretas
a costa de ese tiempo perdido
en comerte las uñas, en mantener a raya
tus palpitaciones,
en golpearte el pecho por los
malos sueños,
y no sé cuántas cosas más
que, francamente, te gastan la salud
cuando en el fondo
sabes que estoy contigo
aunque no te vea
ni tome desayuno en tu mesa
ni mi cabeza amanezca en tu pecho
como un niño con frío,
y eso
no necesita escribirse.

Delia Domínguez

viernes, 8 de octubre de 2010

Aquella que te amó



Palomas de repente en mis mejillas.
Un sacudir de alas si regresas,
amante, a mi presencia y me perdonas
y arrancas de mi amor la sola queja.
Me juras por tus muertos, yo te juro
por Dios que a los demonios atormenta.
Y en brasas se convierten las palabras.
En pájaros sangrientos que pelean
por las migajas de las hostias últimas.
Ámame hombre en esta noche negra.
Mi historia es ésta: un lecho solitario,
un despertarme atada siempre a hiedras
y una almohada llena de tu rostro.
Mi vida toda es sólo sueño, niebla.
Mas llegas y mi voz ya no es cautiva.
Y aquella que te amó, se me asemeja.

Delfina Acosta