Tenía las mejillas sonrojadas, cálidas
Los ojos verdes, el pelo ondulado, castaño.
En las noches frías, sus besos sabían a té de cereza.
Y el verano le daba un sensual toque arisco.
No, no es verdad.
Tenía la tez pálida, de un blanco frío.
La nariz, con un toque de carmín parecido al de sus labios.
Los ojos azules, a veces grises.
El pelo negro, largo, liso.
Le gustaba dormir abrazado a mi, por si un día
me pasase por la cabeza escapar de entre sus manos
a preparar el desayuno.
No me lo permitía.
Pero no, tampoco es verdad.
Tenía la piel amarillenta, lánguidos ojos marrones.
El pelo castaño claro, largo
o no, corto,
rubio,
negro,
con muchas canas.
En las noches frías, calientes, tibias,
prefería,
acariciar mi pelo tiernamente, mientras
veíamos una película, no,
alguna serie;
naruto, ranma, caballeros del zodiaco, house,
avatar, south park, mad men, nip tuck...
Ah, no,
prefería,
besar mi cuello tembloroso, mientras
escuchábamos algún disco;
ramstain, mike oldfield, nightwish,
mamiffer, death in june,
sigur ros, janis joplin, thelonious monk,
charles mingus, the sex pistols...
Ah! no,
prefería
insinuarse rozando sus pies con los míos, mientras
jugábamos a dobles a los vídeo- juegos;
jack and dekster, gran turismo, mario bros,
moto gp, final fantasy, kingdom hearts,
god of war...
Ah!, no,
prefería
...;
oler libros, leer cómics,
medir la acústica de nuestros besos con infrarrojos,
darme una nalgada.
Tocar la guitarra, a no,
la armónica,
no perdón,
la trompeta, no,
el piano.
Pero lo importante era
pasear por los jardines conocidos, conversar
sobre historias de nuestra infancia, la familia.
Sobre viajes. Con los ojos iluminados al verse
reflejados el uno en el otro, con
la confianza, el deseo
de lo eterno.
"Quiero casarme contigo."
"Tener hijos contigo."
"Estar siempre contigo."
"Contigo."
"Contigo."
"Contigo."
"Contigo."
"Nunca olvidaré tus besos."
"¿Cómo puedo vivir sin ellos?"
"No olvidaré tu olor."
"¿A caso puede otra cosa mantenerme vivo?"
"El tacto de tus caricias,
las únicas, las más sagradas."
"Eres la persona que más bondad me ha hecho sentir
estando a su lado."
A su lado.
De espíritu trabajador, risueño. Consentidor. Bueno.
Hubiera dado por mí el fin de su vida,
del mes,
de semana,
de una noche,
el fin.
Pero no, nunca es más verdad.
Por ello,
porque te amo,
prometo olvidar tus ojos,
nuestros sueños,
el olor de tu perfume
los días húmedos en los que no salimos de la cama.
Prometo olvidar tu plato favorito, el
modo en que me besas, dibujas en mi cuerpo
tonterías exquisitas.
Prometo olvidarlo todo,
hasta tu nobre, si pasa el tiempo y las olas
se lo llevan con naturalidad.
Olvidarlo todo,
olvidarlo bien,
con un buen sabor de vida.