lunes, 21 de julio de 2008

Añoranzas


A veces vienen a visitarnos las añoranzas sin aparente razón de un por qué
con la vista enneblecida por la lejanía... entre copa y copa, risa a risa
una canción en el autobús, la maldición de un poema... los domingos temprano...
Son las noches solas que se pasean desnudas en la piscina cobijadas por la frialdad del agua y algún rayo de luna que aún sonríe hacia el vacío.
Se pasea el tiempo venciendo/ vencido el ánimo
Paso a paso vociferando los pies con griterío constante...
divertido...
el que empuja, el que retrae... ambos dubitativos
si los ojos, si los dientes...
Al final humildemente en silencio se les recuerda honestidad, prudencia y valía
de callar las ausencias en virtud
dejando rastros de barcos de pan que alimentan y retraen las extrañezas
tiritantes en los labios
arena entre los dedos

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